Mientras el cuerpo sea utilizado para escapar de la soledad, de satisfacer una excitación, de descargar el estrés, y como una manera de estar fuera, en desconexión del cuerpo templo y del Ser que nos habita y que habita en la otra persona, y no de entrar y lograr una conexión profunda, nunca se logrará una completa satisfacción y plenitud hacia el encuentro de un poder interior y personal que es transformador y sanador como lo es experimentar una sexualidad, plena, y consciente desde la apertura del corazón y en una entrega mutua de amor.
Claro que te sentirás en conexión por unos minutos antes de que todo termine y los sentimientos de soledad vuelvan, el estrés y la excitación se aliviarán por un tiempo, mientras esta sea la postura respecto a la sexualidad, habrá un sentimiento de vacio, de frustración, de desconexión insatisfacción o desinterés hacia la vida, sin importar cuánto sexo se tenga y cuántas posiciones sexuales se experimenten.